[Reseña] El sabor de las pepitas de manzana de Katharina Hagena

El sabor de las pepitas de manzana
Autor: Katharina Hagena
Editorial: Maeva
ISBN: 9788415120247
Nº de páginas: 232
Puntuación: [3/5] ✯✯✯
Saga: No

Sinopsis:

Una casa heredada, un árbol y muchos recuerdos
Tras la muerte de Bertha, sus tres hijas –Inga, Harriet y Christa– y su nieta Iris, se reencuentran para leer su testamento. Para sorpresa de todas, Iris es la heredera única de la casa y debe decidir en pocos días qué hacer con ella. Como primer paso, comienza por poner orden en las pertenencias de su abuela.
A medida que va redescubriendo las habitaciones y los rincones del maravilloso jardín que rodea a la casa, Iris reconstruye la historia, tierna y amarga como el sabor de las pepitas de manzana, de tres generaciones de mujeres: su abuela Bertha, que perdió la memoria tras caerse del manzano del jardín; su madre Christa, quien se trasladó al sur del país cuando se casó, manteniéndose alejada de su familia; su tía Inga, la más bella de las tres hermanas, fotógrafa de profesión, que se ha recorrido el mundo, y Harriet, la menor, a quien la muerte de una hija cambió para siempre. Iris descubre secretos familiares y busca respuestas a los enigmas de su pasado. ¿Quiénes fueron los grandes amores de sus tías? ¿Qué secreto guardaba su excéntrica abuela? ¿Y qué ocurrió realmente en la noche del accidente de su prima?

Opinión personal

Este libro esta narrado desde la perspectiva de la protagonista, Iris, la nieta de Bertha, nos habla de forma dulce y muy natural de la enfermedad de su abuela, debido a una caída su memoria deja de ser lo que era y empieza un bucle de episodios graciosos, no saber donde están las llaves, hasta los más dramáticos olvidar los nombres de tus propias hijas.
Inga, Harriet y Christa la madre de Iris, todas ellas tienen un papel en el viaje atrás que lleva a Iris desde el instante en que sabe que es la heredera de la casa.

Un libro en el que todo discurre lentamente, con la tranquilidad que se respira en los pueblos, y es que la autora nos hace ver que en cada viga, en cada rincón, la casa contiene los recuerdos de quienes la han habitado.

Estamos ante un libro un tanto extraño, es de esos que tienes de tener la mente abierta para poder captar todo lo que la autora te quiere decir, y en este caso no he sabido escucharla.
Los recuerdos no tienen un patrón establecido así que tantos flashbacks me han descolocado, ya que la autora desea que sepas escuchar, que te tomes tu tiempo, pero no he sabido llegar a las pepitas de la manzana.

¿Y a alguien más tiene curiosidad por saber a qué saben las pepitas de manzana? Nunca las he probado ya que contienen cianuro, y si, una no te puede matar, pero me da cosa, jajajaja.